La tarea educativa es tarea de evangelización; por lo tanto, en nuestra escuela primaria la síntesis educar evangelizando y evangelizar educando es el corazón de nuestro quehacer cotidiano.
Nuestra escuela orienta sus esfuerzos hacia la formación de una Comunidad Educativo Pastoral, donde prestamos atención a todas las dimensiones de la persona humana, donde en un clima de familia asumimos el estilo de la animación, alentando la corresponsabilidad.
La Escuela Salesiana es el lugar de la transmisión orgánica, crítica, valorativa, histórica y dinámica de la cultura. Persigue este fin desde una visión cristiana de la realidad. Lo que la caracteriza y le da sentido es su referencia a Jesucristo y su mensaje. Los valores del Evangelio se convierten en motivaciones interiores, normas educativas y al mismo tiempo en metas finales.
El carisma salesiano, legado por Don Bosco y la Madre Mazzarello a los primeros salesianos, tiene rasgos distintivos que asumimos: el niño, joven o adolescente es el centro del proceso educativo, lo que implica recibirlo como es, descubrir sus potencialidades y ayudarlo a crecer mediante múltiples intervenciones educativas; el clima de familia en el que se favorecen y cultivan las relaciones interpersonales, la solidaridad y la amistad, y se forma un ambiente de compromiso, alegría y confianza; el ambiente educativo como vehículo y propuesta de valores; la asistencia salesiana, presencia activa y amistosa de los educadores en medio de los educandos participando de sus intereses; el Sistema Preventivo, que se asienta en: la Razón, entendida como formación del sentido crítico, búsqueda de las motivaciones profundas y apertura a los valores de la cultura; en la Religión, entendida como fe asumida y correspondida para emprender un camino personal de santidad, teniendo siempre presentes las opciones personales del educando; en la Amorevolezza, entendida como acogida incondicional, relación constructiva y rica en propuestas, como presencia cordial y fiel entre los jóvenes y niños.
La tarea educativa es tarea de evangelización; por lo tanto la síntesis educar evangelizando y evangelizar educando expresa no solamente una dimensión cultural sino una dimensión eminentemente pastoral.
Nuestra escuela orienta sus esfuerzos hacia la formación de una Comunidad Educativo Pastoral, donde prestamos atención a todas las dimensiones de la persona humana, donde en un clima de familia asumimos el estilo de la animación, alentando la corresponsabilidad. Comunidad con un proyecto en continua construcción, inserta en la Iglesia y abierta al entorno, que es Casa, porque todos se sienten acogidos, aceptados, valorados y estimulados en su proceso de crecimiento; Comunidad que es Patio, porque se cultiva la amistad y el espíritu de fiesta, se promueven los intereses y las capacidades personales, donde lo asistemático se vuelve educativo por la presencia animadora de los educadores; y Comunidad que es Parroquia, porque cada uno encuentra el acompañamiento y las propuestas adecuadas para madurar gradualmente en la fe.
